El taller de arquitectura lo integramos desde principios de los años ochenta del pasado siglo José Mercado, Antonio Toledo y Juanma Febles. Entonces ocupábamos un antiguo taller de ebanistería, que había sido academia y club colombófilo, situado en el nº 2 del Paseo de San José y en el nº 1 de la calle Real de San Juan, de Las Palmas de Gran Canaria, justo en la plazoleta de La Portadilla, donde Vegueta pierde el nombre para convertirse en los riscos de San José y San Juan, y de donde partían, antiguamente, los antiguos caminos a Agaete y Mogán y, por el Camino Real de San Juan, hacia Tafira y el Centro. Allí estuvimos hasta 1998 cuando nos trasladamos a nuestra actual sede, en el nº 12de la calle Sargento Salóm, en la Hoya de la Plata y constituimos, con nombre propio, el Taller de Arquitectura y Planeamiento S.C.P.
El inicio de nuestra actividad profesional coincidía con muchos acontecimientos de gran importancia para nuestra sociedad, eran los primeros años de nuestra incipiente democracia y heredábamos del antiguo régimen un sinfín de deficiencias en cuanto a dotaciones, equipamientos y organización social, además de un deficiente conocimiento y valoración social sobre la protección de nuestros recursos naturales y culturales.
Nuestro camino profesional ha evolucionado como en el cuento de Los Tres Cerditos. Los primeros años nos dedicamos a intentar encontrar fórmulas para intervenir en nuestro entorno urbano a través de proyectos en colaboración con distintos agentes sociales.
En esa época se redactaron el Proyecto del Día de Cometas, que se celebra desde 1984 como estrategia de rehabilitación de los Riscos de San Juan y San José, y los Proyectos para la organización de las Fiestas de Carnaval, de Teatros al Aire Libre, la Semana de Cine en la Calle y de Rehabilitación del Quiosco de la Música del Parque San Telmo, todos ellos en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, como estrategias de cualificación de espacios para actos públicos.
Paralelamente nos dedicamos al estudio del paisaje rural insular a través del Proyecto de Rehabilitación de la Finca de Osorio en Teror, la participación en el Concurso del Litoral de Arucas, a la vez que ensayábamos distintos modos de intervención con arquitecturas no permanentes en el medio urbano, como apoyo a los proyectos antedichos, o en el diseño de exposiciones y eventos públicos entre los que destacamos el Proyecto Maradentro, Lenguajes-Lenguaje, Exposición sobre Els Comediants, grupo de teatro catalán, en el Día Mundial del Teatro, para el Cabildo de Gran Canaria.
También nos íbamos familiarizando con el diseño de mobiliario tradicional y moderno, para equipar algunos edificios y nuestro propio taller, y con la construcción de viviendas unifamiliares, y nos formábamos en las técnicas de intervención en el paisaje, estudiando, y en el aprendizaje en torno a nuestra arquitectura tradicional a través del Estudio de los Asentamientos en el –pretendido- Parque Nacional del Nublo y Proyectos de Rehabilitación como el de la Escuela de Comercio en Las Palmas.
También iniciábamos trabajos de proyectos de equipamientos públicos como fueron las Asociaciones de Vecinos de El Palmar, en Teror, o La Casa Amarilla en el barrio de San José, La Casa de La Cultura de Carrizal de Ingenio, la Escuela Permanente de Adultos de Jinamar,la Escuela Taller y el Albergue de Osorio y de Rehabilitación de edificios como la Casa Principal de Osorio y La Granja-Escuela de la Herradura, dos notables edificios de nuestra arquitectura tradicional.
Nuestra andadura camina paralela al proceso social en el que vivimos inmersos, aceptando ser aprendices de todo y especialistas en poco, pero aprendiendo qué significa aportar iniciativas que ayuden a crecer a esta sociedad tanto en la construcción de espacios, permanentes o efímeros, como en la producción de eventos.
En estos años de la década de los ochenta, todo el trabajo en el taller se realizaba por nosotros mismos (Antonio, José y Juanma), con colaboraciones externas puntuales, aunque notables, en cada trabajo. Predominaba el objetivo de nuestra formación y evitábamos la especialización, procurando que cada uno de nosotros fuera multidisciplinar.
Cambios ocurridos en el ejercicio de la profesión en torno al principio de la década de los noventa, así como el desarrollo de complejos cuerpos normativos, tanto en lo relativo a los edificios, como en relación con el planeamiento, indujeron cambios importantes en el Taller. Los mayores fueron la necesidad de contar con colaboradores, tanto para las tareas internas de mantenimiento, administración y edición y manejo de los trabajos (limpieza, secretaría, delineación y cálculos) como para el estudio del medio, según fuera el trabajo que acometiéramos (aparejador, geógrafo, biólogo, arqueólogo y abogado).
La especialización de nuestra actividad económica en los servicios y la necesidad de recibir, alojar y entretener a varios millones de visitantes eventuales, deseosos de sol y de llenar un álbum de fotografías puso en evidencia las carencias en cuanto a equipamientos y a la ordenación y conservación de nuestros recursos naturales y culturales.
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En esta segunda época, en la que ya fuimos incorporando colaboradores, seguimos desarrollando proyectos de participación en la construcción del medio físico y social con trabajos como la intervención en la Asamblea para la Defensa de las Playas de la isla, la iniciativa ciudadana para la construcción del Parque de la Música en la desembocadura del barranco de Tamaraceite, la creación de la Escuela Taller de Rehabilitación de Espacios Públicos en el barrio de Pedro Hidalgo, o el vivero flora termófila de La Granja Escuela de La Herradura. El objetivo seguía siendo aprender a de forma colaborativa a construir formas de participación ciudadana.
A la vez nos instruíamos en el desarrollo de planeamiento a través de Planes de Reforma Interior en barrios de la ciudad como los de San Roque o Pedro Hidalgo, o de Protección de Espacios Naturales como los de la Reserva Natural de Los Marteles o del Paisaje Protegido de Lomo Magullo. También desarrollábamos proyectos de investigación o estudio, como fueron el Estudio de los Asentamientos del Parque del Nublo, el Inventario de Bodegas y Lagares del Monte Lentiscal o el Inventario del Poblamiento Troglodita de Gran Canaria y nos consolidábamos como diseñadores de viviendas unifamiliares.
También se incrementaron los trabajos de diseño de edificios destinados a equipamientos públicos, como el Centro de Interpretación de los Caminos Reales en La Cruz de Tejeda y otros equipamientos en el medio rural como son las Áreas Recreativas de Las Mesas y del Barranco de Los Cernícalos y el Proyecto de Rehabilitación de –algunos tramos de- los Caminos Reales, y se iniciaron trabajos de ordenación a escala insular con el Estudio de los Usos Turístico Recreativos en los Espacios Naturales de Gran Canaria. Se empezaron –también- a realizar proyectos de viviendas colectivas, aprendiendo a dialogar con promotores.
Con el inicio del nuevo siglo nuestra actividad se desarrollo en dos vertientes, el desarrollo de proyectos de edificación e intervención en el medio, y el planeamiento. Hasta los primeros años de la década de los años 90 la producción de vivienda colectiva se promocionaba por el Estado a través de las Viviendas de Protección Oficial y la de vivienda unifamiliar a través de la autoconstrucción. El crecimiento económico y el incremento de población supuso un aumento de la demanda de viviendas, que sumado al desarrollo del planeamiento, que habilitó amplias bolsas de suelo ordenado para la implantación de edificios, y al abaratamiento del dinero, facilitaron la aparición de nuevos promotores privados. Aunque en los inicios se ensayaron iniciativas de corte más social como las cooperativas, el proceso ha derivado hacia la profesionalización de la construcción de viviendas colectivas, haciendo onerosa la iniciativa individual. Sin dejar de realizar proyectos de viviendas unifamiliares, nos vamos especializando en este campo cada vez más complejo de la promoción privada de la residencia, en el que una normativa en constante evolución procura mejorar la calidad y seguridad del producto final, incrementado el numero de estudios de viabilidad, proyectos y asistencia técnica, ala vez que el coste, realizando un importante número de obras, principalmente en los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Lucía de Tirajana.
En cuanto al planeamiento se han realizado trabajos de ordenación de espacios naturales protegidos (Malpaís Grande, Corralejo e Isla de Lobos en Fuerteventura y La Geria en Lanzarote), planeamiento urbanístico - (Adaptación al Texto Refundido de las Normas Subsidiarias de Moya, P.G.O. de Valsequillo, P.G.O. de Moya, en Gran Canaria), así como planes de desarrollo - (Plan Especial de Ordenación de Áreas Deportivas del Cono Sur) y distintos estudios urbanísticos y estratégicos - (Plan Especial de Ordenación del entorno de la Charca de Maspalomas, Acciones Prioritarias de Gestión Sostenible en La Geria, Lanzarote, Ordenación de Áreas de Acampada en Santa Águeda, Gran Canaria), y algunos trabajos de ordenación del territorio - (varias Calificaciones Territoriales) y estamos realizando ahora el Plan Territorial de Ordenación de Actividades e Instalaciones Recreativas, Deportivas, Divulgativas, Científicas y de Áreas de Acampada en la isla de Gran Canaria. Paralelamente hemos realizado distintos proyectos de restauración en espacios naturales protegidos, como son los realizados en el entorno de Las Dunas de Maspalomas en Gran Canaria y en El Saladar de Jandía en Fuerteventura.
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Los últimos siete u ocho años, ante las dificultades con las que ha contado la ciudadanía para mejorar sus condiciones de vida y el secuestro de la actividad profesional del planeamiento por parte de la Administración a través de nuestras empresas públicas no hemos podido hacer otra cosa que estudiar iniciativas para ofrecer a la Administración como lo han sido el Plan de Desarrollo Sostenible del Barranco de Tasarte, o la Instalación de Acogida de Visitantes en la terminal de cruceros del muelle de Santa Catalina, una propuesta de fiesta ciudadana a realizar en los carnavales de la ciudad o una propuesta de rutas turísticas en la isla de Gran Canaria encaminada a mejorar la productividad del comercio en el interior de la isla. Ninguna de ellas ha salido para adelante. Malos tiempos para la lírica.
Como se puede apreciar hemos ido aprendiendo con los tiempos, adaptándonos a los momentos que vivimos y aceptando la dificultad de, en muchos casos, andar por caminos poco trillados, haciendo de nuestro taller y de nuestro trabajo, un escenario en el que se confunden conocimientos, habilidades, esfuerzos, emociones y satisfacciones por el camino recorrido, contribuyendo a mejorar la manera de crear nuestro entorno a la vez que a nosotros mismos.
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El currículo detallado se organiza cronológicamente y diferenciando los trabajos según la siguiente clasificación, aunque también podría haber sido otra.
- OBRAS Y PROYECTOS
- ARQUITECTURAS EFÍMERAS
- PLANEAMIENTO URBANISTICO
- ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
- INTERVENCIONES PAISAJISTICAS
- INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS
- CONCURSOS
- PUBLICACIONES